750 gr. harina de fuerza
2 sobres de levadura seca (o 50 gr. levadura fresca)
media cucharada de sal
450 cc. agua tibia
harina de trigo normal, para la mesa
1/2 vaso de aceite de oliva (opcional)
PREPARACIÓN:
Tamizamos la harina y la sal sobre un cuenco. Mezclamos la levadura con el agua tibia, pero sin sobrepasar los 40ºC, ya que destruiría el fermento vivo. Si usamos levadura fresca, dejamos reposar unos 15 minutos la mezcla de levadura con el agua, hasta que forme burbujas en la superficie.
Hacemos un hueco en el centro de la harina, y vertemos la mezcla de levadura, removiendo a fondo con las manos hasta que la masa se desprenda de los bordes. Si vemos que está demasiado blanda y húmeda, añadimos algo más de harina. Si esta muy seca, humedecemos un poco la masa. amasamos durante 15 o 20 minutos, hasta que veamos una masa lisa, que no es muy dura, pero tampoco se nospegaen las manos.
Dejamos reposar en un lugar calido, en un cuenco tapado con papel film para mantener la humedad, hasta que veamos que ha doblado o triplicado su volumen (entre 1-2 horas).
El tiempo de fermentación es aproximado, ya que dependen mucho de la temperatura ambiente y la humedad, incluso del tipo y cantidad de levadura utilizada.
2º Amasado:
Pasamos otra vez a la mesa enharinada y amasamos a fondo durante otros 15 o 20 minutos. Doblamos sobre si misma al mismo tiempo que la retorcemos ligeramente (un par de giros). Continúamos extendiendo, doblando y retorciendo la masa.
La masa estará lista cuando no esté pegajosa, se extienda fácilmente y se note suave al tacto.
Lavamos bien el cuenco, untamos con aceite ligeramente e introducimos dentro la masa. Volvemos a cubrir con film transparente, para mantener la humedad, y dejamos fermentar en lugar tibio hasta que duplique su volumen, entre una hora u hora y media. Se conoce el punto cuando al presionar con el dedo la huella desaparece muy lentamente.
3er Amasado:
Pasamos la masa a la mesa y, haciendo una presión ligera con la palma de la mano, y doblando los bordes hacia el centro, repitiendo el proceso. Cuando tenga forma redondeada, damos la vuelta al pan dejando los pliegues en la base.
Cocción:
Ponemos la masa en una bandeja de horno y dejamos que fermente.
Encendemos al horno a 200ºC. Para obtener una atmósfera húmeda introducimos una bandeja con agua caliente en la base del horno.
Una vez el pan haya subido lo suficiente, hacemos una incisión poco profunda en la superficie, con una hoja de afeitar o cuchillo muy afilado, para que desarrolle más corteza. Introducimos el pan en la bandeja del horno, pulverizamos con agua fresca el horno. El vapor es fundamental para la formación de la corteza.
A los 20 minutos, tiempo durante el cual el pan sigue subiendo, retiramos la bandeja con agua del horno. Seguimos la cocción otros 15 o 20 minutos, bajamos la temperatura a 180ºC y acabamos el horneado, hasta que el pan esté cocido. Esto lo sabremos cuando al golpear la base con los nudillos suene a hueco.
Dejamos enfriar sobre rejilla.
No lo cortaremos hasta que esté completamente frío, mejor incluso al día siguiente, que habrá perdido el exceso de humedad.
No lo cortaremos hasta que esté completamente frío, mejor incluso al día siguiente, que habrá perdido el exceso de humedad.